El pasado 18 de noviembre, varios sistemas de pago digital sufrieron una caída global que afectó a millones de usuarios en todo el mundo. Entre los servicios afectados se encontraban PayPal, Visa, Mastercard, Stripe, Shopify y Amazon Pay, entre otros. La incidencia, que duró unas dos horas, provocó problemas tanto a los consumidores como a los comerciantes, que vieron interrumpidas sus operaciones online y offline.
¿Qué causó la caída de los sistemas de pago digital?
Según la empresa Cloudflare, que ofrece servicios de seguridad y rendimiento web, la causa de la caída fue un fallo en la red de Akamai, uno de los principales proveedores de servicios de distribución de contenido (CDN) y de mitigación de ataques de denegación de servicio (DDoS). Akamai reconoció que sufrió un problema de configuración en su sistema de enrutamiento de tráfico, que afectó a varios de sus clientes.
Cloudflare explicó que el fallo de Akamai provocó que algunos de los dominios que usan sus servicios no pudieran resolver sus direcciones IP, lo que impidió que los usuarios pudieran acceder a ellos. Además, el problema se propagó a otras redes, como la de Google, que también experimentó dificultades para resolver algunos dominios.
¿Qué consecuencias tuvo la caída de los sistemas de pago digital?
La caída de los sistemas de pago digital tuvo consecuencias negativas tanto para los usuarios como para los comerciantes, especialmente quando el comercio electrónico y los pagos digitales cobran mayor relevancia en la actualidad.
Por un lado, los usuarios se vieron afectados por la imposibilidad de realizar compras online o de acceder a servicios que requieren de un pago previo, como plataformas de streaming, juegos online o aplicaciones móviles. Algunos usuarios también reportaron problemas para retirar dinero de los cajeros automáticos o para pagar con tarjeta en establecimientos físicos.
Por otro lado, los comerciantes se vieron perjudicados por la pérdida de ventas y de ingresos, así como por la insatisfacción y la frustración de sus clientes. Algunos comerciantes optaron por ofrecer alternativas de pago, como el efectivo, el Bizum o el pago diferido, mientras que otros tuvieron que cancelar o retrasar sus pedidos o servicios .
¿Qué medidas se pueden tomar para evitar que se repita la caída de los sistemas de pago digital?
La caída de los sistemas de pago digital pone de manifiesto la vulnerabilidad y la dependencia de la economía digital de unos pocos proveedores de servicios críticos, que pueden sufrir fallos humanos, técnicos o maliciosos. Por ello, se hace necesario adoptar medidas para garantizar la resiliencia, la seguridad y la diversidad de los sistemas de pago digital.
Entre las posibles medidas se podrían contemplar las siguientes:
- Reforzar los protocolos y los mecanismos de prevención, detección y corrección de fallos en los sistemas de pago digital, así como de comunicación y coordinación entre los diferentes actores implicados.
- Fomentar la competencia y la innovación en el sector de los sistemas de pago digital, evitando la concentración y el dominio de unos pocos proveedores, y promoviendo la interoperabilidad y la compatibilidad entre los diferentes servicios.
- Impulsar la educación y la concienciación de los usuarios y los comerciantes sobre los riesgos y las ventajas de los sistemas de pago digital, así como sobre las alternativas disponibles y las buenas prácticas de uso.
- Desarrollar y regular el euro digital, una versión digital de la moneda común europea que podría ofrecer una solución de respaldo ante caídas de la red y que permitiría llevar los pagos digitales a zonas geográficas donde actualmente no son una opción