El magnesio es un mineral esencial para el correcto funcionamiento del organismo, especialmente para la salud de las articulaciones y los huesos. Este mineral es el segundo de los iones intracelulares que más abundan en el cuerpo humano y se distribuye en los tejidos blandos y el esqueleto
El magnesio en nuestro organismo, que pasa si hay deficiencias
El magnesio juega un papel fundamental en gran número de reacciones celulares, siendo un cofactor esencial para ciertas enzimas que participan en el metabolismo de los nutrientes, así como para la síntesis de ARN y ADN, la transmisión neuromuscular, la integridad de las membranas celulares, la secreción de hormonas y la síntesis de proteínas. Además, el magnesio es necesario para el mantenimiento del equilibrio del sodio, el potasio y el calcio, influyendo en muchos de los procesos en los que participan estos elementos.
Entre los procesos vitales en los que interviene el magnesio se encuentran la activación del sistema muscular, la regulación de las actividades nerviosas, el buen funcionamiento de los órganos y la producción de energía.
Es importante tener en cuenta que la deficiencia de magnesio puede tener graves consecuencias para la salud como hipocalcemia e hipopotasemia, espasmos musculares, calambres, dolores musculares, temblor, cambios de la personalidad, estados nerviosos con “tics”, ansiedad, caída del cabello, fragilidad de las uñas, convulsiones, delirio y coma si el déficit de magnesio es muy acusado, anorexia, náuseas, vómitos, dolor abdominal e íleo paralítico, arritmias cardíacas y taquicardia. Además, también se ha asociado la deficiencia de magnesio a la fatiga crónica e incluso a alteraciones en el sueño.
Por lo tanto, es esencial asegurarse de consumir suficiente magnesio a través de la dieta consumiendo alimentos ricos en magnesio como la levadura de cerveza, el cacao, los frutos secos como las almendras, nueces, anacardos, avellanas y pistachos, las legumbres como las judías, garbanzos, soja y lentejas, o los cereales, sobre todo integrales como trigo, mijo y arroz, las verduras sobre todo de hojas verdes y brócoli y las frutas especialmente el plátano.
O en su defecto, es recomendable el consumo de suplementos alimenticios de magnesio para poder suplir esas deficiencias
El magnesio y nuestro sistema muscular
El magnesio es un mineral esencial para el correcto funcionamiento del sistema muscular del cuerpo humano. Su carencia puede manifestarse con signos de excitación nerviosa y muscular excesiva, como calambres, espasmos, fasciculaciones y temblores, y, además, también puede producir fatiga y debilidad muscular, ya que existe una relación directa entre la concentración de magnesio y el funcionamiento del sistema muscular.
Los músculos y el corazón no pueden funcionar correctamente si no contienen la cantidad suficiente de magnesio, por lo tanto, es importante mantener una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en magnesio, o, tomar suplementos alimenticios de este mineral.
Uno de los síntomas más comunes de la falta de magnesio son los calambres musculares, espasmos breves, bruscos e involuntarios de un músculo o grupo de músculos que se contraen y se tornan rígidos, provocando dolor. Los calambres más habituales ocurren en las piernas, sobre todo en los gemelos, e incluso pueden ocurrir durante la noche.
Las causas de los calambres musculares son variadas, pero las más importantes son la fatiga muscular, la carencia de minerales y vitaminas y una mala postura. Los minerales que influyen en la producción de problemas musculares son el magnesio, el calcio, el sodio y el potasio, por lo que es importante mantener una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en estos minerales, o, por el contrario, tomar suplementos alimenticios de los mismos.
Además de los calambres musculares, la falta de magnesio también puede producir, en casos graves, problemas cardíacos como arritmias y taquicardias. El magnesio es un mineral esencial para el correcto funcionamiento del sistema muscular y cardíaco del cuerpo humano.
El magnesio es un mineral fundamental en el cuerpo humano, ya que interviene en una gran cantidad de procesos bioquímicos y fisiológicos, y entre sus funciones más importantes, destaca su participación en el trabajo muscular de contracción-relajación, la producción energética y el equilibrio de electrolitos.
El síndrome de piernas inquietas es un trastorno neurológico que consiste en movimientos repetitivos de las piernas que producen sensación de inquietud en quien lo padece, este síndrome ocurre principalmente durante la tarde o la noche, haciendo que nos despertemos con frecuencia y tengamos una mala calidad del sueño. En un estudio con personas que padecían este síndrome, se evaluó la eficacia de tomar suplementos diarios de magnesio durante 5 semanas, y los resultados fueron que el 70% consideró que su sueño nocturno y los movimientos periódicos de las piernas durante el sueño habían mejorado considerablemente.
La Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI) recomienda como parte del tratamiento de este síndrome tomar suplementos de magnesio, además de llevar una vida saludable, eliminar las sustancias que aviven los síntomas (café, té, etc.), tomar los suplementos vitamínicos (vitamina B) y minerales necesarios (hierro, magnesio, potasio y calcio) y realizar actividades como caminar, estirarse, o tomar baños fríos o calientes.
En la práctica habitual de deporte, el magnesio participa en una gran cantidad de procesos que afectan a la función muscular, incluyendo el consumo de oxígeno, la producción energética y el equilibrio de electrolitos.
El magnesio y nuestros huesos
El magnesio es un mineral esencial para nuestro organismo que juega un papel fundamental en la salud ósea. El tejido óseo es un tejido vivo que se compone de una parte orgánica y otra inorgánica. La fase orgánica está constituida por fibras de colágeno y proteínas no colágenas, mientras que la fase inorgánica está representada por cristales de calcio y fósforo conocidos como hidroxiapatita. Estos cristales se depositan sobre la matriz orgánica, la cual adquiere así la dureza típica del hueso.
El magnesio es un componente importante de los cristales de hidroxiapatita, lo que lo convierte en un mineral esencial para la formación y mantenimiento de la salud ósea. Más del 60% del magnesio del cuerpo se encuentra en los huesos, donde juega un papel crucial en la absorción y utilización del calcio por parte del organismo.
Además, el magnesio es necesario para la formación de la forma activa de la vitamina D, la vitamina más importante para asegurar la salud ósea, la cual es esencial para una correcta absorción del calcio de la dieta y para la mineralización normal del hueso.
Varios estudios clínicos han demostrado que los suplementos de magnesio aumentan la densidad mineral ósea en individuos con osteoporosis y que una mayor ingesta de magnesio se asocia con un menor declive de la densidad mineral ósea después de la menopausia.
Es importante conocer que el magnesio no sólo es importante para la salud ósea, sino que también desempeña un papel crucial en el funcionamiento del sistema nervioso, el sistema muscular y el sistema cardiovascular. Por lo tanto, es esencial asegurarse de que se consume suficiente magnesio a través de la dieta o suplementos alimenticios.
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