Septiembre marca el final del verano y de las vacaciones para muchos, lo que significa que tenemos que volver a la rutina diaria, retomar el trabajo, la vuelta al cole y enfrentarnos de nuevo a las responsabilidades habituales y a esa lista interminable de tareas pendientes, que pueden hacer que nos sintamos agotados y desanimados Este periodo de transición puede resultar complicado para algunas personas, ya que experimentan lo que se conoce como síndrome postvacacional, el cual se caracteriza por una serie de emociones y sensaciones que dificultan la adaptación a la rutina diaria, como la falta de energía, la ansiedad, la tristeza o la desmotivación.
Es importante que tengamos en cuenta que el síndrome postvacacional no es un trastorno o una enfermedad, sino más bien una reacción natural del cuerpo ante el cambio de ritmo y la vuelta a la normalidad, y aunque estas
emociones pueden resultarnos incómodas, es posible sobrellevarlas de manera efectiva siguiendo algunas pautas que favorezcan la adaptación progresiva a la rutina, además de ayudarnos de suplementos naturales que nos ayudarán a hacer frente a los efectos de la vuelta a la rutina y a sentirnos en plena forma.
Después de unas merecidas vacaciones, es momento de volver a la rutina con toda la energía y vitalidad que necesitamos para afrontar nuestros compromisos diarios. Y para lograrlo, es fundamental contar con las vitaminas y minerales necesarios que nos ayuden a mantener un óptimo rendimiento físico y mental.
Las vitaminas son sustancias esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, pero nuestro cuerpo no las produce por sí solo, por lo que es crucial incorporarlas a través de nuestra alimentación diaria, e incluso mediante la ingesta de suplementos naturales.
Recuperar energía y vitalidad de nuevo
Al regresar a la rutina, es importante prestar especial atención a nuestras necesidades nutricionales, ya que algunas vitaminas y minerales pueden ser de gran ayuda para mejorar nuestro rendimiento mental y físico durante esta etapa
Fundamental para disminuir la fatiga, acortar la duración de las infecciones y actuar como antioxidante es la vitamina C, esencial para afrontar la vuelta a la rutina con energía y vitalidad., aunque también podemos optar por los complejos vitamínicos, diseñados para cubrir distintas necesidades nutricionales y que nos pueden ser de gran ayuda para complementar nuestra alimentación y asegurarnos de obtener todos los nutrientes necesarios durante esta etapa de transición.
La lavanda, conocida por sus propiedades calmantes y sedantes, es un recurso valioso para reducir la ansiedad, ayudarnos a la relajación y mejorar la calidad del sueño, y además, su aroma nos puede ayudar a aliviar dolores de cabeza y mejorar nuestro estado de ánimo.
Por otro lado, la ashwagandha es una planta adaptógena que nos ayudará a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, una cualidad que le permite mejorar la resistencia del cuerpo al estrés físico y mental, así como ayudarnos a combatir la ansiedad y mejorar el sueño.
La rhodiola, conocida como un adaptógeno, es beneficiosa para el rendimiento mental, físico y laboral, cuyas propiedades nos ayudan a reducir la sensación de fatiga y debilidad, es además eficaz en el rendimiento cognitivo y emocional, lo que la hace especialmente útil en situaciones de estrés, contribuyendo a un estado de equilibrio óptimo y bienestar en situaciones de estrés y fatiga
El azafrán, por su parte, contiene compuestos activos como la crocina y el safranal, los cuales poseen propiedades antidepresivas y ansiolíticas. Estos compuestos pueden también mejorar nuestro estado de ánimo, reducir la ansiedad y ayudarnos a aliviar los síntomas de la depresión leve a moderada.
En cuanto a los ácidos grasos Omega-3, especialmente el DHA y el EPA, son esenciales para la salud cerebral, ya que estos nutrientes pueden reducir la inflamación, mejorar la función cerebral y disminuir también los síntomas de ansiedad y depresión.
También nos puede ayudar la vitamina D3, ya que juega un papel crucial en la salud mental, unos niveles adecuados de esta vitamina nos pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo, combatir la depresión estacional y reducir asimismo la ansiedad.
Igual de necesario es el magnesio, un mineral fundamental para el sistema nervioso y el funcionamiento de los músculos, cuya carencia puede provocar fatiga, falta de concentración e irritabilidad, pero para mantener niveles óptimos de magnesio, es importante también, contar con vitamina B6, la cual facilita su absorción.
Conocido por sus múltiples propiedades, el ginseng nos ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, mejora el rendimiento físico e intelectual, favorece el aprendizaje y la memoria, y además nos ayuda en la recuperación muscular.
Y por su parte, el eleuterococo, también conocido como ginseng siberiano, es un poderoso estimulante del sistema nervioso que nos puede ayudar a combatir el estrés y la fatiga, mejorar la concentración y el rendimiento deportivo, fortalecer las defensas del organismo y regular la tensión arterial. Sus propiedades beneficiosas lo convierten en una opción para quienes buscamos un impulso natural para afrontar los desafíos diarios.
El triptófano, un aminoácido esencial que se encuentra en muchos alimentos y desempeña un papel fundamental en la producción de serotonina y melatonina, sustancias que influyen en nuestro estado de ánimo, emociones y calidad del sueño. La serotonina está relacionada con la sensación de bienestar emocional, mientras que la melatonina regula el ciclo del sueño, ayudando a conciliar un sueño reparador, por lo que consumir suplementos de triptófano puede tener un impacto positivo en nuestra salud mental y emocional, así como en la calidad de nuestro descanso.
También la L-Teanina, un aminoácido que se encuentra en el té verde y que produce un efecto relajante en el cuerpo de la forma más natural, al tomar una taza de té verde, pero si queremos experimentar sus efectos relajantes de forma más intensa, podemos complementar nuestra dieta con suplementos de L-Teanina, ya que de esta manera, podremos reducir el estrés y la ansiedad, y sentirnos más tranquilos y equilibrados en el día a día.
Por otro lado, la jalea real, el aliado perfecto para combatir el cansancio y el agotamiento, es un superalimento que contiene una gran cantidad de vitaminas del grupo B, vitamina E, ácido fólico, aminoácidos y minerales, que nos ayuda a generar energía, nos estimula el sistema nervioso e inmunitario, previene la fatiga y el estrés, mejora el estado de ánimo y además, aumenta el rendimiento físico e intelectual.
Y el menos conocido, pero no por eso menos importante, el ácido gamma aminobutírico, también conocido como GABA, un aminoácido esencial para el correcto funcionamiento del cerebro, el cual actúa como neurotransmisor, jugando un papel crucial en la regulación de la actividad neuronal, lo que tiene efectos significativos en el cuerpo y la mente aportándonos beneficios como reducción del estrés, promoción de la relajación, alivio del dolor y por supuesto, la mejora del sueño. Al disminuir la actividad de las neuronas en el cerebro y el sistema nervioso central, el GABA contribuye a un estado de ánimo más equilibrado y tranquilo. Su presencia natural en nuestro organismo lo convierte en un componente clave para mantener la salud mental y emocional.
Defensas fuertes y preparadas para la vuelta
La vuelta a nuestras actividades habituales ya ha llegado, y con ella la necesidad de prepararnos física y mentalmente para afrontar la rutina diaria, pero también es fundamental contar con las defensas necesarias
para lidiar con virus oportunistas y tener la energía y el equilibrio mental requeridos para sobrellevar el cambio.
Las plantas medicinales son una excelente opción para superar la vuelta a la rutina después de las vacaciones. Durante el verano, es común descuidar nuestros hábitos saludables, lo que puede llevar a inflamación, retención de líquidos, estrés oxidativo, digestiones más pesadas y peor calidad del sueño. Sin embargo, existen plantas medicinales que pueden ayudarnos a depurar nuestro organismo y sentirnos mejor.
Una de las más destacadas para ayudarnos a prevenir gripes y resfriados, es la equinácea, cuyo extracto posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, cicatrizantes e inmunoestimulantes, cualidades que la convierten en una aliada perfecta para fortalecer nuestro sistema inmunológico y proteger al cuerpo de virus y bacterias.
Otra planta que merece atención es el astrágalo, conocido por sus propiedades para combatir el estrés, mejorar los recuentos sanguíneos, combatir la fatiga y fortalecer el sistema inmunológico en épocas de frío o bajadas de defensas. Mantener un equilibrio emocional y evitar el estrés excesivo es fundamental para gozar de buena salud en general.
La cúrcuma, conocida por su poder antiinflamatorio y antioxidante, es ideal para prevenir la inflamación y la oxidación, y la podemos consumir tanto como suplementos alimenticios como especia, pero en este último caso preferiblemente junto con pimienta para mejorar su absorción, o en presencia de grasas saludables como aceite de oliva, aguacate o nueces.
El diente de león es otra planta beneficiosa, ya que actúa como diurético y hepatoprotector., ya que sus hojas contienen sales potásicas que ayudan a liberar líquidos a nivel renal y a desinflamar el cuerpo, además de actuar sobre las vías de detoxificación hepáticas, ayudándonos a eliminar las toxinas acumuladas durante el verano.
El boldo es una planta recomendada para la limpieza hepática y problemas digestivos relacionados con la digestión de las grasas, ya que contiene boldina, la cual tiene funciones hepatoprotectoras y estimula la síntesis de bilis por parte del hígado, lo que es fundamental para que nuestro organismo pueda digerir y absorber las grasas correctamente.
Los adaptógenos, como la rhodiola, la ashwaganda, el ginseng o la maca, son plantas que ayudan a nuestro cuerpo a lidiar con el estrés, nos pueden proporcionar energía y vitalidad adicional, especialmente durante la vuelta a la rutina cuando el estrés puede afectar nuestro sistema inmunológico.
Otra forma de facilitar esta transición es incorporar suplementos a base de hongos puros a nuestra rutina diaria.
Estos suplementos naturales nos aportan ácidos grasos de la serie omega, prebióticos y otras sustancias adaptógenas que pueden ayudarnos a estar centrados y atentos en esta nueva etapa del año.
Los hongos puros son una excelente opción para mejorar el rendimiento físico y mental en la vuelta al cole de toda la familia, ya que contienen múltiples biomoléculas activas esenciales para aguantar el día y mantener altos los niveles de energía, concentración y atención, e incluso pueden combatir los radicales libres.
Es fundamental tener en cuenta las necesidades específicas de cada miembro de la familia, ya que para los niños, por ejemplo, existen fórmulas para ayudar a su sistema inmunitario a partir de hongos como el Reishi, Champiñón del sol, Shiitake, Pleurotus o Chaga entre otros, ya que contienen prebióticos y vitaminas C y D para fortalecer las defensas y un desarrollo saludable.
Y para los adultos, son recomendables los suplementos a base de Melena de león, Cordyceps y Reishi, así como de vitaminas C y A, al estar más enfocadas en el eje intestino-cerebro, ideales para mejorar la gestión del estrés y las emociones.
La vuelta a la rutina es un buen momento para instaurar mejores hábitos que nos beneficien a largo plazo, e incorporar suplementos naturales en nuestra rutina diaria puede ser una excelente forma de cuidar nuestra salud y bienestar.
El cabello también sufre la vuelta a la rutina
El estrés y la agitación propios de la vuelta a la rutina pueden afectar la salud del cabello, haciéndolo más débil y propenso a la caída, y para evitar este problema, es recomendable utilizar un champú fortalecedor que fortifiquen el cuero cabelludo y estimulen el crecimiento del cabello. Con este tipo de tratamiento, podremos decir adiós a la sensación de cabello débil y lucir una melena más fuerte, sana y radiante
Por otro lado, también tenemos la sufrida vuelta al cole que trae consigo la temida aparición de los piojos, para lo cual es importante antes del tratamiento, la prevención por infestación de piojos con champús y productos con ingredientes naturales y suaves para el uso diario de nuestros hijos para poder mantener el cabello limpio, suave y protegido de los piojos, que como ingrediente principal contengan aceite del árbol del te
Como podemos afrontar el síndrome postvacacional
La vuelta al trabajo después de las vacaciones de verano puede resultar un desafío para muchas personas, y el síndrome postvacacional puede ser una realidad para un gran porcentaje de la población, y aunque puede manifestarse de diversas formas, desde apatía y cansancio hasta estrés e insomnio, existen también estrategias para afrontar con ánimo este periodo de transición y combatir sus efectos de la manera más natural posible.
En primer lugar, es importante reconocer que es normal experimentar cierta resistencia a la vuelta a la rutina diaria después de un periodo de descanso y tras un verano en el que nos hemos saltado muchas normas y rutinas. El cuerpo y la mente necesitan tiempo para readaptarse a los horarios y
responsabilidades laborales, así como las rutinas diarias de nuevo. Es fundamental permitirse un periodo de transición gradual, evitando sobrecargarse de tareas los primeros días y priorizando el autocuidado.
Para ello, los suplementos naturales, como las plantas adaptógenas y los precursores de neurotransmisores, pueden contribuir al equilibrio emocional y al bienestar general. La combinación de ingredientes como la Aswhagandra, la Rhodiola, el Eleuterococo, el Triptófano, la GABA y el Magnesio pueden ser beneficiosos para ayudarnos a regular el estado de ánimo y combatir el estrés.
El Triptófano, por ejemplo, es un aminoácido esencial que desempeña un papel clave en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la melatonina, los cuales están relacionados con el ciclo del sueño, el estado de ánimo y la regulación del dolor, por lo que complementar nuestra alimentación con estos nutrientes puede ser una forma efectiva de apoyar al organismo durante la transición postvacacional.
Por otro lado, los aceites esenciales nos pueden ayudar en nuestro bienestar emocional de manera natural, como por ejemplo, el aceite esencial de Romero, que es revitalizante y mejora la memoria, además de ayudar a la concentración, ideal para los días en los que necesitamos motivación y concentración en el trabajo o estudio
También nos puede ayudar el aceite esencial de Bergamota, que aporta confianza en uno mismo, serenidad y equilibrio, ya que su exquisito aroma cítrico ayuda a sentir mayor confianza, optimismo y equilibrio.
O el aceite esencial de Ylang Ylang, que reduce el cansancio emocional con su intenso aroma floral, aportándonos bienestar e incluso tiene un efecto afrodisiaco.
Y el aceite esencial de Cedro, que es equilibrante y un apoyo ante la falta de confianza, tristeza y adversidad a nivel emocional, y con su aroma amaderado, además de ser reconfortante, nos ayuda a volver al presente cuando más lo necesitamos.
Los aceites esenciales son muy versátiles, podemos disfrutar de sus beneficios no solo al aplicarlos en la piel, sino también al inhalar sus deliciosos aromas, bien utilizando un difusor de esencias o utilizando un aromatizador para ambientar nuestro hogar y al mismo tiempo relajarnos o estimularnos con las propiedades de los aceites esenciales. ¡Una experiencia sensorial maravillosa!
También debemos tener en cuenta que cada persona puede experimentar el síndrome postvacacional de manera diferente, por lo que es fundamental buscar estrategias que se adapten a las necesidades individuales de cada uno. El autocuidado, el apoyo emocional y la atención a la salud mental son aspectos clave para afrontar con éxito este periodo de transición.
Otras estrategias que nos pueden ser útiles para afrontar la vuelta a la rutina con ánimo incluyen la práctica regular de ejercicio físico, la adopción
de técnicas de relajación como la meditación o el yoga, y el establecimiento de rutinas saludables de sueño y alimentación.
Una alimentación equilibrada es fundamental para superar el síndrome postvacacional. Es importante que retomemos una alimentación de calidad que incluya la cantidad requerida de proteínas y otros macronutrientes, y por supuesto consumir verduras, frutas, hortalizas y alimentos que depuren el organismo, ya que es clave para recuperarnos de los excesos del verano.
Es importante incorporar alimentos que nos aporten energía y ánimo, como frutas, verduras, cereales integrales, tés y cafés en su justa medida, llevar una dieta variada que proporcione las vitaminas y nutrientes necesarios nos será de gran ayuda.
El ejercicio físico es una excelente manera de combatir el síndrome postvacacional y la vuelta a la rutina tras el verano, ya que retomar la actividad física nos ayudará a reducir la ansiedad y la sensación de tristeza o depresión. Recuperar la rutina en el gimnasio o practicar deporte al aire libre puede ser beneficioso para restablecer el equilibrio emocional, así como optar por caminatas, paseos en bicicleta, yoga, pilates u otras actividades que nos puedan resultar placenteras.
Durante las vacaciones es común adoptar horarios más flexibles, lo que nos puede afectar la calidad del sueño al regresar a la rutina, y ajustar progresivamente nuestros horarios de sueño unos días antes de retomar el trabajo puede facilitar la transición. Recuperar el ritmo y los horarios de sueño es esencial para superar el síndrome postvacacional, y tomar medidas como tomar una infusión relajante, un baño tibio o una cena ligera, así como evitar el uso del móvil en la cama, pueden ayudarnos y facilitar el descanso y promover un sueño reparador.
Y aunque no nos guste la idea de volver a la rutina porque puede resultar abrumador, es importante ofrecer normalidad a nuestros hijos en el regreso al cole y a nosotros mismos en la vuelta a las actividades diarias, ya que recuperar los horarios y las responsabilidades poco a poco nos ayudará a restablecer el ritmo habitual.
Una vez de vuelta al trabajo y la rutina diaria, es recomendable tomárselo con calma. No es necesario intentar finalizar todo el trabajo acumulado de golpe, por eso, comenzar con tareas de poca intensidad los primeros días, nos permitirá readaptarnos al ritmo habitual de forma progresiva.
Al igual, que cuando llega el fin de semana lo podemos convertir en una especie de minivacaciones y aprovecharlo para realizar actividades que nos ayuden a desconectar del trabajo y a recrear experiencias similares a las vividas durante nuestro periodo de descanso y vacaciones.
Retomar actividades de ocio también es importante, porque volver a la rutina no implica únicamente obligaciones, sino también incluye retomar actividades gratificantes que nos mantengan motivados, por eso, planificar momentos de descanso y actividades que nos gusten mejorará nuestro rendimiento y bienestar.
Además, es fundamental reservar tiempo para uno mismo, ya que tratar de recuperar la normalidad rápidamente, nos puede aumentar la sensación de estrés, por lo que es importante buscar momentos para desconectar, relajarse y mimarse, como darse un baño relajante, puede convertirse en el aliado perfecto en un día estresante.
¡Prepárate para volver a la rutina con toda la energía y vitalidad que necesitas! Incorpora las vitaminas necesarias en tu dieta diaria y asegúrate de cuidar tu bienestar integral durante esta etapa de transición.
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