Los vuelos cortos en España podrían tener los días contados. Al menos, los que se realizan en rutas donde existe una alternativa ferroviaria de menos de dos horas y media de duración. Esta es una de las medidas que se incluyen en el acuerdo programático para formar un nuevo gobierno de coalición progresista entre PSOE y Sumar, que se dio a conocer el pasado martes.
El objetivo de esta medida es fomentar el uso del tren como transporte del siglo XXI y contribuir a la lucha contra el cambio climático y la transición ecológica. Según el acuerdo, se impulsará la reducción de los vuelos domésticos en las rutas mencionadas, salvo en los casos de conexión con aeropuertos que enlacen con rutas internacionales.
¿Qué rutas se verán afectadas por la medida?
Según un estudio realizado por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), las rutas que se verían afectadas por la medida serían las que conectan Madrid con Barcelona, Madrid con Valencia y Madrid con Alicante. Estas tres rutas suman más de 9 millones de pasajeros al año, lo que supone el 18% del tráfico aéreo doméstico en España.
Estas rutas cuentan con alternativas ferroviarias de alta velocidad que permiten realizar el trayecto en menos de dos horas y media. Por ejemplo, el AVE Madrid-Barcelona tarda dos horas y 15 minutos, mientras que el avión tarda una hora y 15 minutos. Sin embargo, hay que tener en cuenta el tiempo de desplazamiento al aeropuerto, el check-in, el embarque, el desembarque y el control de seguridad, que pueden sumar varias horas más.
¿Qué beneficios tendrá la medida para el medio ambiente?
La medida tiene como finalidad reducir las emisiones de CO2 derivadas del transporte aéreo, que supone un 2.5% de las emisiones globales. Según un informe del Banco Mundial, el tren emite entre 14 y 41 gramos de CO2 por pasajero-kilómetro, mientras que el avión emite entre 133 y 195 gramos.
Además, la medida se alinea con el Pacto Verde Europeo, que tiene como objetivo alcanzar la neutralidad climática en 2050. La Comisión Europea ha propuesto reducir las emisiones de CO2 en un 55% para 2030 respecto a los niveles de 1990. Para ello, se prevé impulsar la movilidad sostenible y la descarbonización del transporte.
¿Qué impacto tendrá la medida para el sector aéreo?
La medida podría suponer un duro golpe para el sector aéreo, que ya se ha visto gravemente afectado por la crisis sanitaria del COVID-19. Según IATA, las aerolíneas españolas han perdido más de 13.000 millones de euros en ingresos en 2020 y han recortado más de 40.000 empleos.
Las aerolíneas han mostrado su rechazo a la medida y han defendido que el transporte aéreo es esencial para la conectividad territorial, el turismo y la economía. Además, han señalado que están trabajando para reducir su huella ambiental mediante la incorporación de aviones más eficientes, el uso de biocombustibles y la participación en el sistema de comercio de emisiones.
Los vuelos cortos en España podrían verse reducidos si se cumple el acuerdo de gobierno entre PSOE y Sumar. La medida pretende fomentar el uso del tren como alternativa más ecológica y eficiente al avión en las rutas donde sea posible. Sin embargo, la medida también podría tener consecuencias negativas para el sector aéreo, que ya se encuentra en una situación crítica por la pandemia. Por ello, se requiere un diálogo entre las partes implicadas para buscar un equilibrio entre el transporte y el medio ambiente.